Por Trabajando en Positivo
Iniciamos este 2020 con un Gobierno de coalición que promete derogar la reforma laboral impulsada por el PP en el 2012. El pasado miércoles, la recién nombrada ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció que darán los primeros pasos para derogar algunos elementos que consideran “urgentes” de anular y, después habrá una segunda fase -más a largo plazo-, en la que se elaborará un “nuevo Estatuto de los Trabajadores para el Siglo XXI”.
Desde Trabajando en Positivo celebramos el cambio de postura del PSOE -hasta hace unos pocos meses, reticente a esta derogación- y valoramos de forma positiva esta noticia, ya que la reforma laboral incluye aspectos como el “despido por bajas médicas” que afecta a personas trabajadoras con enfermedades crónicas como el VIH, situación que venimos denunciando junto a los sindicatos desde hace tiempo por suponer una vulneración de derechos laborales.
La reforma laboral del PP (2012) y el respaldo del Tribunal Constitucional (2019)
El despido objetivo por acumulación de bajas justificadas por enfermedad fue endurecido en la reforma laboral del año 2012 -aprobada por el Gobierno del Partido Popular-, permitiendo el despido a personas trabajadoras que hubieran faltado el 20% de los días hábiles en un periodo de dos meses o el 25% en cuatro, aunque esas bajas estuvieran justificadas. La norma excluye “las ausencias que obedezcan a un tratamiento médico de cáncer o enfermedad grave”, sin que el VIH estuviera incluido en este tipo de enfermedades de forma específica.
En este escenario, el 29 de octubre del 2019, el Tribunal Constitucional avaló en una sentencia el despido objetivo por falta al empleo, aunque esta ausencia se encuentre justificada, por ejemplo, por una situación de incapacidad temporal vinculada a una enfermedad.
¿Cómo afecta a las personas con el VIH la reforma laboral vigente?
Los avances científicos en torno al tratamiento médico han conseguido que una persona con el VIH pueda tener una vida profesional igual que cualquier otra. No obstante, una parte de las personas con el VIH puede verse perjudicada con la reforma laboral vigente, encontrándose entre ellas tanto las recién diagnosticadas como aquellas que llevan viviendo muchos años con la infección y tienen más de 50 años.
Cuando una persona es diagnosticada con el VIH, requiere un periodo de tiempo de respuesta al tratamiento antirretroviral para que éste sea efectivo y se lleve un control de la infección, más en los casos de diagnóstico tardío -que suponen el 47,6% de los nuevos diagnósticos en España en 2018-, porque existe una mayor incidencia de complicaciones médicas o enfermedades definitorias de la fase de sida.
Por otra parte, en el caso de las personas viviendo con el VIH por un periodo largo, es importante considerar el envejecimiento prematuro (con manifestaciones propias del mismo unos 10-15 años antes que la población general) o las secuelas de enfermedades diagnósticas de sida pasadas o de los efectos secundarios y/o toxicidad acumulada como consecuencia del largo historial de tratamientos.
Tanto la reforma laboral como la medida adoptada por el Tribunal Constitucional suponen una evidente amenaza y coacción para las personas con VIH, al disuadirles de faltar al trabajo para acudir a sus correspondientes citas médicas o de permanecer en situación de incapacidad por temor a ser despedidas.
Además, desde Trabajando en Positivo consideramos que es una medida que contraviene lo establecido por el “Pacto Social por la no discriminación y la igualdad de trato asociada al VIH”, impulsado en el mes de noviembre del 2018 por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que incluye entre sus acciones la adopción de políticas y estrategias que faciliten la inserción laboral de las personas con el VIH, incluyendo la adaptación de la jornada y las condiciones laborales a las necesidades específicas de las trabajadoras y los trabajadores con el VIH en función de su estado de salud.
Por todo lo anterior, creemos que es imprescindible que la reforma laboral se deroge con la mayor urgencia posible, respetando así los derechos de las personas con algún tipo de enfermedad, sea cual sea ésta.
Imagen: Trabajando en positivo
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