UN OBJETIVO, REDUCIR LAS EMISIONES
En la madrugada del domingo, después de treinta horas de negociaciones, el Consejo y el Parlamento Europeo alcanzan un acuerdo calve para reducir las emisiones de CO2. Además, se aborda también el impacto social de estas.
En primer lugar, se busca eliminar progresivamente los «derechos para contaminar» gratuitos que posé la industria. El régimen de comercio de derechos de emisión (ETS) permite que los productores de electricidad e industria con alto consumo de energía cubran sus emisiones con cuotas. Estos indicadores se reducirán progresivamente obligando a invertir en energías verdes.
Por otro lado, se pretende cobrar por las emisiones aparejadas a la calefacción de edificios y transportes por carretera. Esta medida tendrá un tope para evitar gravar a los hogares y será pospuesta en la medida en que los precios de la energía suban o bajen en los próximos años. Esta medida podrá posponerse hasta 2028 y tendrá un tope de 45 euros por tonelada.
Por último, la medida respecto al mercado del carbono será progresivamente aplicada al sector marítimo, a los vuelos dentro de Europa y a los sitios de incineración de basura en 2028.
Este acuerdo pretende que los sectores afectados reduzcan sus emisiones en un 62% para 2030 con respecto a los niveles de 2005.