
Un reciente estudio de la ONG Save the Children informa sobre el riesgo que existe de trabajo infantil en las cadenas de suministros mundiales. En el estudio se analizaron las industrias manufacturera, minera y agrícola en países como Etiopía, Brasil, Indonesia o Vietnam, entre otros. La minería, especialmente la minería artesanal, fue donde se encontraron los peores casos.
Desde la ropa que usamos hasta los teléfonos o los alimentos, todas estas industrias han podido utilizar trabajo infantil en sus cadenas de suministros. Los altos costes de la educación, los bajos salarios y los ingresos insuficientes de los padres hizo aumentar el riesgo de trabajo infantil en diversos sectores. En la mayoría de casos, el trabajo infantil estaba oculto en la cadena de suministro, dificultando la labor de investigación de las organizaciones.
La tolerancia cero de muchas empresas internacionales ocasionó que aumentara el peligro de que muchos menores de 18 años se vieran obligados a acudir a otros trabajos. Algunos de ellos más peligrosos en sectores con menor regulación. Tanto organizaciones como el gobierno y la comunidad deben unirse para reducir estas prácticas. Los menores de edad merecen disfrutar de su infancia y dedicar estos años a la educación.