
Recientemente la cadena Antena 3, ha emitido un programa especial de Hablando en Plata dedicado a: El escándalo de las residencias de mayores, presentado por Sonsoles Ónega y que toma como punto de partida un reportaje de Chicote sobre la alimentación en las residencias de toda España.
El reportaje deja al descubierto el abandono, el déficit de atención y la mala alimentación de nuestros mayores.
A través de entrevistas a residentes, familiares, trabajadores sociales y en general con profesionales del sector, además de personas reconocidas del mundo del cine, televisión, del periodismo. También contaron con la opinión de expertos en el mundo de la medicina así como representantes de asociaciones que defienden los derechos de los mayores.
En España existen 5.500 residencias para mayores de las cuales un 89% son de gestión privada. Entre las privadas se encuentran las que tienen plazas concertadas con las administraciones públicas.
Para solicitar una plaza en una residencia privada que te garantice la atención adecuada a una persona mayor, debes disponer de una cantidad de dinero que oscila entre 2.000 y 3.000 euros mensuales.
¿Cuántos mayores o familiares pueden afrontar eso? Lamentablemente, muy pocos.
En el caso de que puedan acceder a esto te puedes llevar una sorpresa.Según el testimonio de un residente son residencias que se promocionan y se venden como hoteles de 5 estrellas cuando traspasas la recepción de la misma puede convertirse en una humilde hostal. No es que sea el caso de la mayoría pero suele ocurrir con mucha frecuencia.
Si optamos por residencias concertadas parece increíble pero existe una gran cadena de residencias repartidas por todo el territorio español, que destina por persona 3,50 euros a la comida de un día completo para personas que en su mayoría sufren tres o cuatros patologías crónicas y que deben comer de forma saludable y por el contrario comen a base de alimentos ultraprocesados y donde la carne, el pescado, la fruta y la verdura brillan por su ausencia.
Cuando no nos queda otra opción y solicitamos plaza en una residencia pública, debemos tener reconocido el derecho a través de la Ley de Dependencia cuyo tiempo de espera, sólo para la evaluación de tu caso personal es de un año, y uno o dos más para que te adjudiquen una plaza. A causa de esto muchas personas se han quedado en el camino.
Evidentemente no existen plazas públicas para cubrir las necesidades de una población cada vez más envejecida.