
El verano pasado se vivieron temperaturas récord en Europa y durante el invierno no hubo suficientes nevadas y lluvias en países como Francia, Reino Unido, Irlanda o Alemania. Esto ha provocado que muchos acuíferos y embalses no hayan recuperado los niveles óptimos. Los expertos están preocupados por cómo va a afectar esta escasez de agua en los próximos meses.
En Francia, por ejemplo, las autoridades han comenzado a prohibir nuevos proyectos de construcción de viviendas porque esto conlleva un drenaje de recursos hídricos y no les compensa. En España, Portugal, Grecia o Italia se está viviendo en los últimos años un aumento de la intensidad y frecuencia de sequías. Esto, unido a las olas de calor, se ha convertido en una de las principales causas de muerte en todo el mundo. En muchos países europeos se están encontrando regiones más secas y ríos con niveles muy bajos.
Lo ideal en esta situación, según los expertos, sería que llegara una época de lluvias muy abundantes, especialmente en las áreas más necesitadas. Si no es el caso, habrá que tomar medidas durante los meses de verano y en algunos países ya se están planteando las restricciones en el suministro del agua.