
Zaragoza y Barcelona se convirtieron en escenarios incómodos para Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, respectivamente, en medio de la campaña electoral. El presidente del Gobierno tuvo que respaldar a un barón crítico con el apoyo de fuerzas soberanistas al Gobierno en el Congreso, mientras que el líder del PP visitó Barcelona, donde las encuestas predicen un resultado desfavorable para su partido. Ambos dirigentes evitaron abordar directamente la polémica de las listas de EH Bildu, aunque Lambán reafirmó su rechazo a cualquier relación con la formación, al mismo tiempo que criticaba el uso electoral del terrorismo por parte de la derecha.