
Hasta 1 millón de personas han salido a las calles francesas en contra de las medidas del gobierno de Macron. Los manifestantes también se han hecho notar en otros lugares, bloqueando el aeropuerto Charles de Gaulle en París, estaciones de tren y puertos.
Los representantes de los principales sindicatos del país han anunciado que continuarán con las protestas y las huelgas por todo el país. La semana que viene iba a ser significativa, con la visita de Carlos III en su primer viaje a Francia como monarca, pero ambos países han acordado posponerla. También se ha anunciado que las demostraciones callejeras no se detendrán durante el fin de semana.
Tanto sindicatos como trabajadores de toda Francia están expectantes y no detendrán su lucha. Esperan que el gobierno se pronuncie y dé marcha atrás a la reforma laboral. Aunque Macron quiere convertir la reforma en ley antes de final de año, puede que tanto las protestas del pueblo y de la oposición consigan revertir esta decisión.