
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, impuso la semana pasada un proyecto de ley para elevar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. Para ello invocó un poder constitucional especial con el objetivo de evitar el parlamento.
Esta decisión ha hecho que miles de trabajadores franceses en todo el país se declaren en huelga y se hayan echado a las calles durante días. De hecho, ya son más de 100 las personas arrestadas tras las jornadas de protesta. Los partidos de la oposición también se han declarado abiertamente en contra del proyecto de ley y exigen responsabilidades.
El futuro de Macron no se presenta muy prometedor, al estar ya preparándose varias mociones de censura en su contra. Habrá que esperar qué sucede en estas votaciones y cuál es la respuesta política del gobierno. Si las medidas adoptadas continúan adelante, también lo harán las protestas y los disturbios sociales.