
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que alrededor de 1300 millones de adultos entre 30 y 79 años sufren hipertensión. Esta afección supone una de las principales causas de muerte prematura en todo el mundo. Tanto la OMS como otras organizaciones dedicadas a la prevención de enfermedades tienen como objetivo reducir la prevalencia de hipertensión antes de 2030.
La hipertensión, o presión arterial alta, se produce cuando la presión en los vasos sanguíneos es demasiado alta. Esto es un problema grave si no se trata adecuadamente. Las personas que lo padecen pueden no padecer ningún síntoma. O, si se padecen, pueden ser dolores de cabeza, visión borrosa o dolor en el pecho. Pero la única forma de saber si se tiene hipertensión es haciendo un control de la presión arterial.
La edad, la genética, la obesidad, la falta de actividad física o una dieta rica en sal son algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer hipertensión. Un cambio en el estilo de vida, una dieta más saludable o hacer ejercicio diario puede ayudar. Aun así, muchas personas necesitan tomar medicación. Es por ello que, si se tiene cualquier sospecha o síntoma, es mejor acudir cuanto antes al médico de cabecera para que valore la situación.