Se estima que unos 12 millones de niños en todo el mundo son víctimas de la esclavitud. Alrededor de 3 millones de niños son explotados en trabajos forzados y 9 millones están en matrimonios forzados. Minas, venta de drogas, explotación sexual y mendicidad son algunas de las actividades a las que han sido obligados. Estos trabajos son perjudiciales para su desarrollo y salud, tanto física como mental.
Es algo que ocurre en todas partes, incluso en países desarrollados. Pero es en países en desarrollo donde los niños son mucho más vulnerables. Según la Organización Internacional del Trabajo, uno de cada cinco niños en países pobres son víctimas del trabajo infantil. Y cada año, más de 1 millón de niños son víctimas de tráfico de menores. La región del África subsahariana es la que tiene una mayor proporción de niños trabajando, de entre 5 y 17 años y destinados, sobre todo, al sector agrícola.
Gobiernos y organizaciones internacionales quieren poner fin al trabajo infantil para 2025, pero aún millones de niños se encuentran en esta precaria y triste situación. Se debe hacer todo lo posible y poner las medidas necesarias para evitar que más niños tengan que acabar así. Luchemos por que todos los niños del mundo puedan tener una infancia saludable y en paz.
