
Es más que evidente la presencia constante del racismo en el fascismo. Por eso se hace necesario que hablemos de lideres antifascistas raciales que hacen uso de una de las herramientas más potentes del antifascismo, la música.
Por lo que hoy introducimos a Kendrick Lamar, ganador de un Pulitzer por su álbum » DAMN», que también recibió un Grammy a mejor álbum, al igual que su disco «To pimp a Buterfly», donde la canción «Alright» destaca, siendo hoy ya un himno del movimiento Black Lives Matters. Esta canción, que pretende ser el colofón de este disco conceptual, habla de como la comunidad negra americana tiene que sobrevivir al racismo y a la persecución policial en los barrios, pero a su vez da un mensaje de esperanza, «Nigga, we gon´be alright». También en el mismo disco habla sobre el racismo en «King Kunta» y «The Blacker the Berry».
Este rapero americano, que cosecha éxito tras éxito con sus publicaciones, es una de las principales influencias del Hip Hop Alternativo, buscando dar voz a su comunidad y a su barrio, tocando temas como la humildad, el alcoholismo, el tráfico de drogas o la violencia hacia las mujeres. Este año ha publicado su nuevo trabajo, más introspectivo, «Mr. Morale & the Big Steppers», donde reflexiona sobre la relación con su padre ausente, la salud mental o sobre algunos de sus vínculos fallidos con amistades o parejas. Un auténtico narrador, que hace de su música un arma contra el fascismo y el racismo.