
El pasado mes de noviembre se presentó en la Unión Europea una propuesta de medidas para prohibir los envases de un solo uso en las cadenas de restaurantes, especialmente los de comida rápida. Se espera que la total eliminación de este tipo de envases se produzca antes de 2030.
A pesar de que esta medida lleva unos meses implantándose en Francia, ahora McDonald’s ha publicado un informe refutando la propuesta. Según el informe, prohibir estos envases aumentaría el consumo de agua, la producción de plástico y poner en riesgo la seguridad alimentaria.
Aunque es cierto que los cambios en este tipo de restaurantes van a requerir una inversión y cambios profundos, a largo plazo el beneficio para el planeta va a ser mucho mayor. Tanto estos negocios como el público deberían empezar a concienciarse y adaptarse a las nuevas medidas. Sería otro paso más para conseguir detener el deterioro del medio ambiente.