Los equipos de emergencia trabajan sin descanso en las zonas afectadas por el terremoto para sacar a los supervivientes de los escombros, sabiendo que el tiempo juega en su contra.
El número de fallecido ascienda a 5.000 muertos de los cuales 3.500 se encuentran en territorio turco y 1.600 en territorio sirio. A este dato se le añade más de 20.000 heridos y 6.200 edificaciones destruidas.
La movilización internacional para destinar recursos ante este desastre está siendo lo más rápida posible. Unas 24.000 personas participan en las tareas de rescate y han podido salvar a más de 8.000 personas. Ya son 380.000 personas las realojadas por el Ministerio de Educación y de Deportes.
Un desastre que azota esta zona del mundo en la que parece que las diferencias quedan a un lado y lo importante, aunque solo sea en esta ocasión, es la vida.
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