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Clément Beaune, el ministro de Transportes de Francia, baraja una idea que reducirá las emisiones de carbono. Pretende restringir el uso de los aviones privados , debido a que apenas el 1% de los viajeros generan el 50% de las emisiones del sector de aviación. Después de la pandemia se animo un mayor número de personas a adquirir un avión privado con el privilegio de tener un menor contacto con los extraños. En la primera mitad del 2022, los vuelos privados aumentaron un 22% con respecto al año pasado, cayendo en un 18% la actividad de las compañías aereas.
El gobierno puede recurrir a una elevación de impuestos o a la regulación de no permitir despegar a los aviones privados. Una de las opciones que se barajan sería obligar a entrar en el Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea, que solo es aplicada a las aerolíneas comerciales. Siendo obligados a comprar los derechos de emisión, lo cual encarecería sus vuelos.
Otra de las posibilidades es obligar a los usuarios a que puedan demostrar que no pueden movilizarse en medios más limpios para llegar a su destino, como aerolíneas regulares o en tren.
Fuente: El País
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