Como todos los años, Ecologistas
en Acción presenta su balance
sobre la calidad del aire en la ciudad de Madrid a lo largo de 2019, basado en
los registros de las 24 estaciones municipales de medición de la contaminación.
El cumplimiento de la legislación se evalúa por años naturales, por lo que el
pasado año es el primero completo en el que ha estado funcionando la zona de
bajas emisiones llamada Madrid Central. Por este motivo, este año Ecologistas
en Acción ha elaborado un informe
extra en el que se valora y cuantifica el efecto de Madrid Central sobre la
calidad del aire en la capital durante 2019.
Los resultados de ambos análisis
se pueden resumir del siguiente modo:
En dióxido de nitrógeno, NO2, las reducciones han sido muy
notables, alcanzándose varios récords históricos:
· Solo dos
estaciones, Plaza Elíptica y Escuelas Aguirre, superan el Valor Límite Anual
(40 microgramos de contaminante por metro cúbico de aire, µg/m3, de
media anual). El promedio de las incumplidoras en el resto de la década desde
2010 ha sido de once estaciones al año, y ningún año se bajó de seis.
· Solo la
estación de Plaza Elíptica supera el Valor Límite Horario (número de horas que
se superan los 200 µg/m3, no debiéndose superar las 18 horas al
año). Hasta ahora cada año lo habían superado entre dos y nueve estaciones. El
número total de horas superado también es el más bajo de la serie, un total de
96 horas (algunos años se superaron las 500). Mientras, el número de estaciones
que no han superado ninguna hora este límite, catorce, es el mejor de la
década.
· Se reduce el NO2 en 22 de las 24 estaciones al comparar los datos
de 2019 con el valor medio del período 2010-2018. La máxima reducción, 10 µg/m3,
un 22 % menos, se produce en Plaza del Carmen, la estación situada dentro de
Madrid Central, que con 36 µg/m3 queda por debajo del límite legal
por primera vez en su historia. Hay 10 estaciones que pasan de tener un valor
medio anual superior al límite legal en el promedio de los últimos 9 años a
quedar por debajo del mismo. La reducción en el conjunto de la ciudad es de un
más que notable 10 %.
· Es claro que la meteorología tiene una gran influencia en la calidad del
aire. En relación con las precipitaciones el año 2019 puede considerarse
“normal”, aunque la distribución de las lluvias a lo largo del mismo fue
distinta a lo habitual: menos de lo acostumbrado en la primera mitad y una
mayor abundancia de lluvias en los últimos meses del año.
· Al
comparar los valores de la red de medición del Ayuntamiento de Madrid con los
de la Comunidad de Madrid se constata una reducción de la contaminación
claramente más intensa
en la capital que en la Comunidad de Madrid, especialmente en las estaciones
que registran valores más altos en ambas redes.
· A pesar de que el balance del
funcionamiento de Madrid Central en el año 2019 fue claramente positivo, se
advierte una pérdida de eficacia en la segunda mitad del año. El fallido
intento del Gobierno municipal de suspender las sanciones, los mensajes
institucionales negativos, tergiversando datos, y la presentación de Madrid 360
como si fuera un nuevo plan ya vigente, han tenido efectos negativos
constatables en el tráfico y en los índices de contaminación, como se explica
en el informe bajo el nombre de Efecto
Almeida.
· En lo referido a las partículas en suspensión, ninguna
estación superó el límite legal anual (40 µg/m3), aunque dos de las
trece estaciones que miden las PM10 superaron el valor que
recomienda la OMS, 20 µg/m3 (Escuelas Aguirre y Urbanización
Embajada) y otras dos lo igualaron (Plaza Elíptica y Moratalaz). De las ocho
estaciones que miden las partículas más finas, PM2,5, las más
perjudiciales, cinco superaron o igualaron la recomendación de la OMS. Esta
situación es coherente con una lenta tendencia de descenso en estos
contaminantes durante los últimos años en Madrid.
· Por último, peor es la
situación en relación al ozono
troposférico, puesto que seis de las catorce estaciones que lo miden
superaron el valor límite legal octohorario (120 µg/m3 durante ocho
horas) y tres superaron el umbral de información a la población (180 µg/m3
durante una hora), niveles similares a los de años anteriores.
Por tanto, para Ecologistas en
Acción la situación de la ciudad de Madrid, incluso con la muy notable mejoría
registrada en los niveles de dióxido de nitrógeno, es de superación de los
límites legales para este contaminante y para el ozono. Es por ello que los
planes de lucha contra la contaminación deberían hacerse más estrictos, al
contrario de lo que ha intentado hasta ahora el Gobierno de Almeida, y
extenderse al conjunto de la ciudad. Es más, la aspiración de un gobierno
responsable debería ser la de reducir los niveles de polución por debajo de las
recomendaciones de la OMS para garantizar el derecho a respirar aire limpio de
la ciudadanía madrileña y de quienes visitan la ciudad.