Las viviendas sociales deben aumentar su oferta en España.
La cuestión del difícil acceso a la vivienda es un problema que afecta a un amplio número de países desarrollados. La dificultad de acceso a la vivienda acentúa las desigualdades intergeneracionales.
Las prestaciones sociales básicas, además de la vivienda, son la educación, la sanidad y las pensiones. Sin ser del todo satisfactoria, la situación de tales prestaciones alcanza un nivel importante en España, muy por encima del correspondiente a la vivienda. Es el momento de ofrecer a los jóvenes unas perspectivas mejores, y ello pasa por atenuar el elevado esfuerzo que ahora supone el acceso a la vivienda.
Diferentes organismos han subrayado la conveniencia de que en España aumente la dimensión del exiguo parque de viviendas sociales de alquiler (Banco de España, Fondo Monetario Internacional OCDE y Parlamento Europeo).
Se dice con frecuencia que esa medida requiere tiempo para dar resultados, pero alguna vez habrá que empezar en serio la construcción de tales viviendas. También es relevante que las autoridades locales sean bastante más activas en cuanto a generar mayor disponibilidad y desarrollo de suelo disponible.
También aparece ahora como más problemática la financiación crediticia de las nuevas promociones de viviendas sociales, en ausencia de entidades de crédito con mayor vocación social.