Estás en el supermercado, párate, mira alrededor ¿dirías que hay más alimentación saludable que no saludable?
La respuesta es no. Para los y las que intentamos cuidar nuestra alimentación ir al supermercado se convierte en la «búsqueda del tesoro».
En las zonas de comida preparada, enlatada, frutos secos, galletas, etc. El leer las etiquetas si quieres mantener una alimentación saludable es requisito esencial. La mayoría, cómo no, llevan azúcar o algún potenciador del sabor como el glutamato monosódico que afectan negativamente a nuestra salud.
Es por ello que decimos que la salud en los supermercados está en juego. Bajo carteles como «con menos grasa» o «menos azúcar» o «saludable» se esconden muchos ingredientes y niveles de azúcar en los productos que nos llevan a deber tener ciertas nociones de nutrición para superar esas trampas del marketing en los supermercados.
Para la lucha por la salud las entidades pública debieran promover medidas que exigieran a los supermercados una mayor oferta de productos saludables y señalar con claridad cuales no lo son.
