
La “ley de bienestar animal” se salva por la mínima en el senado y cada vez está más cerca de llegar a las calles. Y a mi me sigue cabreando que se hayan quedado fuera las razas que más sufren la bestialidad del ser humano: Podenco, Galgos y demás razas de “caza”.
Me sigue cabreando que se pueda tener en zulo a seres vivos, solo porque ellos no votan, y los animales que los “cuidan” hagan mucho ruido y a los de arriba les dé miedito perder unos pocos votos por una ley que de verdad protegiera a los más débiles.
Todos y todas conocemos a algún cazador que tiene a una docena de perros, que cría todo el año, que alimenta una vez a la semana y que, cuando ya no corren tras una perdiz o un conejo, le ofrece grandes salidas a su fiel amigo: un tiro, un empujoncito al barranco o el abandono.
Que si, que vale, que no todos los cazadores son iguales, pero mientras que solo haya uno que siga haciendo estas atrocidades, sigue siendo necesario una ley que amplíe las condenas y multas, y unos políticos que de verdad tengan principios y no solo se lleven por el voto.
Impactos: 19