La actividad física en la infancia
Desde pequeños estamos sumidos en una cultura sedentaria con hábitos nocivos para la salud. En muchas ocasiones, los mismos progenitores no cuentan ni con el tiempo ni con los conocimientos necesarios para enseñarles a sus hijos cómo desarrollar unos buenos hábitos que favorezcan su desarrollo y salud. Uno de estos pilares es el ejercicio físico. En edades tempranas se ha podido comprobar que los niños y adolescentes que practican actividad física muestran un mejor desempeño escolar y un alto nivel de desarrollo de habilidades y funciones cognitivas. Por lo que, no sólo incrementa el bienestar físico, sino que también influye en nuestro bienestar mental e incluso, emocional.
De igual manera, la actividad física tiene multitud de beneficios en la salud como el aumento de la resistencia, el desarrollo de músculos y huesos fuertes. Ayuda además a mantener unos buenos patrones del sueño, a mejorar la motricidad fina, incluyendo el equilibrio, la destreza y la flexibilidad. Como podemos observar, son multitud de beneficios que muchos/as niños/as no están experimentando por no tener las oportunidades ni los recursos necesarios.
Por ello, desde el Proyecto Nirvana proponemos y animamos a todas las familias a participar en las actividades deportivas y de ocio que se pondrán en marcha muy próximamente y que tendrán como objetivo implementar nuevos y buenos hábitos en la vida de los más pequeños de la casa.