
Después de que el ejercito ruso se haya ido yendo de la capital de Ucrania, los ucranianos/as han ido recuperando cierta «normalidad».
Hay personas que han vuelto a sus casas a recoger lo que han podido, después de que sus inmuebles se ha visto afectado por los misiles de las tropas rusas. Por otro lado, las viviendas que se han visto afectadas (pero no destruidas) el personal técnico ha ido inspeccionando esas viviendas para verificar si están en buen estado de cara a que la gente pueda volver vivir en su vivienda. Y por otro lado, se han incorporado la apertura de varios puestos de comida también.
Los diferentes dirigentes políticos han advertido que no es adecuado del todo que la población vuelva a sus casas ya que el peligro está latente todavía. Poco a poco, la población ucraniana está volviendo a recobrar su pulso.