
Según el informe anual presentado por el Defensor del Pueblo, la prestación del Ingreso Mínimo Vital es la que mayor número de quejas tiene por parte de los ciudadanos, incluso por encima de la pensión de jubilación. La lentitud en las solicitudes y la tramitación de esta ayuda, que se están demorando durante meses, son las razones que están llevando a cientos de ciudadanos a interponer sus quejas para acelerar el proceso.
Esta prestación social lleva ya casi tres años ayudando a personas en riesgo de exclusión y pobreza. El número de personas que se han acogido a ella supera ya el millón pertenecientes a 576.000 hogares.
Es una ayuda que supone un alivio para muchos hogares españoles, pero es necesario que la información y los trámites de las solicitudes se agilicen para que todas aquellas personas que puedan acogerse a esta prestación puedan hacerlo a la mayor brevedad posible.
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