
La madrugada del martes sucedió la tragedia como ha confirmado el Gobierno de Chihuahua, muriendo en el incendio 37 personas, según se cree, por la quema de colchones, siendo todas las victimas migrantes que estaban detenios en la instalación, siendo detenidos el mismo día intentando cruzar la frontera. Al parecer, estas personas se encontraban en cuartos bajo candados.
Estos hechos ponen en manifestación la cruel gestión que se esta haciendo entre los gobiernos mexicanos y estadounidense a la hora de gestionar la crisis migratoria, favoreciendo el trato infrahumano a los migrantes que buscan una vida mejor, y que ya desde la gestión de Trump contaba con condiciones dignas de la Alemania Nazi. Parece que por mucho que cambien los nombres, las gestiones son las mismas.