
Durante una hora, de 8:30 a 9:30 de la noche, edificios y monumentos apagaran sus luces como forma de concienciar a la población en la lucha contra el cambio climático. Pero es importante que la lucha por la conservación del medioambiente no se quede en esa hora ni en un solo día concreto.
Millones de personas y especies de animales viven en áreas que están amenazadas por los efectos del cambio climático. La Hora del Planeta es un primer paso, pero la lucha debe continuar día tras día en todo el mundo. Para alcanzar una sociedad más justa e igualitaria, es necesario primero tener un planeta sano. Solo así se conseguirá un ecosistema equilibrado y un clima estable para todos.
Solo unos pequeños cambios en la rutina diaria, pueden hacer mucho más por el planeta de lo que crees. Reciclar, cuidar la naturaleza, hacer compras más sostenibles y, sobre todo, tener conversaciones sobre la importancia de estas acciones con familiares y amigos. Solo con un poco de esfuerzo, podremos conseguir cambiar el destino del planeta.