El comercio justo es una forma alternativa de comercio promovida por ONGs, la ONU y por movimientos sociales que promueven una relación comercial voluntaria y justa entre productores y consumidores.
El comercio justo intenta evitar las grandes diferencias entre el precio que pagan por un producto los consumidores del primer mundo y el dinero que se les paga a sus productores en el tercer mundo, además de evitar la explotación de los trabajadores.
En algunas zonas de la Europa desarrollada se han promovido políticas de apoyos a entidades de comercio justo, con incentivos fiscales y mercados protegidos, con el objeto que la demanda de estos productos crezca y se diversifique.
Los gobiernos de los países del Sur deben procurar la reconversión de fábricas donde trabajan mano de obra semiesclava en cooperativas y empresas de Comercio Justo, ayudando a la canalización comercial en puntos de venta en el Primer y en el Tercer Mundo.