
Según los datos publicados por el Ministerio de Igualdad, el año pasado 34 mujeres fueron asesinadas por machismo o misoginia. Esto quiere decir que fueron asesinatos no perpetrados por su pareja o expareja.
Más de la mitad de estos asesinatos fueron cometidos por familiares y casi la mitad de las víctimas era mayor de 60 años. En nueve de los diez casos, la víctima no había interpuesto una denuncia previa. Al considerarse de familiares, las víctimas son más reticentes a denunciar y suelen aguantar las conductas agresivas y violentas para evitar más problemas.
Los asesinatos machistas decrecen gracias a las nuevas leyes feministas y los recursos que existen para las mujeres. Pero la sociedad debe concienciarse aún más sobre este tipo de crímenes contra las mujeres hasta conseguir que desaparezcan del todo.