
El representante del Partido Popular, Alberto Feijoo, que nos tiene ya acostumbrados a sus rarezas constantes, ha vuelto a las portadas de todo el país, pero en esta ocasión por una reunión secreta con los suyos, con los fiscales afines a sus ideas.
Según una noticia publicada en el diario «Publico.es» , fiscales progresistas habrían expresado su preocupación por una reunión entre el líder del Partido Popular en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y un grupo de fiscales conservadores, argumentando que esto podría violar el código ético de los fiscales españoles. La reunión se habría llevado a cabo en secreto, y algunos fiscales han criticado la posible influencia política que podría ejercer Feijóo sobre el poder judicial. El artículo también menciona la posibilidad de que esta reunión tenga implicaciones políticas en la lucha por el control del poder judicial en España.
Y es que no han tardado las respuestas del Gobierno, «El País» ha publicado que, el Gobierno de España, ya habría exigido al líder del Partido Popular en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que explique estas reuniones , que algunos miembros del gobierno consideran una posible interferencia en el poder judicial. El artículo indica que el Gobierno ve este encuentro como «gravísimo» y ha pedido a Feijóo que revele cualquier maniobra que pueda haber llevado a cabo para influir en el poder judicial. Además, se menciona que algunas fuerzas políticas han utilizado este suceso para criticar la actuación del PP y plantear la necesidad de una reforma profunda del poder judicial en España.
Como sea, parece que esta práctica de conquistar ciertos espacios y hacerlos únicamente suyos, es una práctica que quieren tener los y las grandes lideres del PP, mostrando una actitud dictatorial contra el Gobierno. Ya veíamos a Ayuso esta semana no permitiendo al ministro Felix Bolaños subir al escenario en el evento del 2 de mayo en Madrid, siendo, para muchos medios, un movimiento político claro del partido de derechas, con el simbolismo que ello tiene, para reforzar de esta manera los poderes que ya tienen, tanto en la Comunidad de Madrid, como en el sometimiento de la justicia bajo los ideales políticos