
Foto: El Español
Para levantarse, una pastilla; para acostarse otra pastilla. Si estás triste, mejor tómate una pastilla; si son nervios, unas cuantas más. Y si tienes dolor, tómate las que te hagan falta.
Tras sobrevivir a la epidemia causada por el Covid-19, España se encuentra actualmente haciendo frente a otra epidemia, esta vez más silenciosa, llamada depresión, insomnio o ansiedad.
Según los datos aportados por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, España es el país con índices de consumo de ansiolíticos más elevado a nivel mundial.
¿Y esto a que se debe?. 2 de cada 3 casos de trastornos de ansiedad son atendidos por el médico de familia, y subsanados con recetas de fármacos tales como el Diazepam. Esto se debe a la saturación de la atención primaria, así como a la ausencia de profesionales especialistas en los centros de salud.
Y digo yo… ¿Qué tal plantear como solución el aumento de psicólogos/as y psiquiatras y no el aumento de recetas de ansiolíticos y benzodiacepinas?