
Una experta en mediación familiar en Canarias, nos explica por qué la mediación es más recomendable que un proceso judicial, en caso de separación de parejas que tienen hijos menores.
Para hablar de este tema, hemos entrevistado a Begoña Moreno Megías, Psicóloga Especialista en Psicología Clínica, con amplia experiencia y formaciónn en Psicología Jurídica y Forense, y responsable en Canarias de la Fundación ATYME, que nos explicará en qué consiste la mediación y cómo puede ayudar a las familias durante un proceso de separación. La primera parte de la entrevista la puedes leer aquí.
4. ES: ¿Qué tipo de acuerdos se consiguen en un proceso de mediación y cómo se garantiza su cumplimiento?
BM: Los acuerdos que se consiguen son los que las parejas decidan, ellos son los protagonistas de su futuro y de lo que quieren, por lo tanto mantienen el control sobre la solución, la base de la solución es “todos ganan”. Suele mantenerse el cumplimiento porque la solución o el acuerdo está realizado a medida de las personas y ambos progenitores logran comprender la necesidad básica y es que sus hijos estén bien. Se les recomienda en la última sesión que si en un futuro surge algún conflicto, se puede acudir nuevamente a mediación.
5. ES: ¿Qué diferencias hay entre un proceso de mediación y un proceso judicial?
BM: En un proceso judicial, se presenta una demanda, la otra parte contesta y se dicta una sentencia a la demanda presentada, sin tener en cuenta las necesidades, ni la dinámica familiar y muchas veces cuando llega la sentencia la situación que ha originado la demanda ha caducado, pues suele ser un proceso lento. Esto produce que se rompa la comunicación entre los padres, pues es el tercero quien decide, cada vez que es necesario un cambio en la organización familiar hay que ir al abogado a que retome la “pelea”, formando un círculo vicioso que refuerza la incomunicación entre los padres. En cambio con la mediación el proceso de la dinámica familiar se devuelve a la familia, favoreciendo un sistema de colaboración de los padres para que puedan decidir la forma adecuada de seguir siendo familia tras la separación. Evita enfrentamientos inútiles entre la pareja y su repercusión en los menores, reduciendo los sentimientos negativos. En definitiva con la mediación, el objetivo es conseguir una coparentalidad responsable, atendiendo a las necesidades del menor, rapidez en el proceso y menor coste económico.
6. ES: La ruptura de pareja no implica dejar de ser padres, ¿qué consejos les das a los padres para continuar con sus funciones parentales después de una separación?
BM: Partiendo de la base de que todo menor necesita para desarrollarse adecuadamente tener referencias claras de ambos progenitores que les proporcionen la seguridad y estabilidad para el desarrollo, es muy importante que cada progenitor fortalezca ante el menor actitudes, sentimientos y valores propios, promoviendo con ello a pesar de la separación, que exista en el menor en presencia y ausencia de uno de los padres, el respeto, la tolerancia y la aceptación del otro, evitando así que los menores vivan un conflicto que pueda marcar su desarrollo futuro. Es también positivo hablar y tranquilizar a los hijos explicándoles la situación, que ellos no han tenido nada que ver en la ruptura, no tienen responsabilidad sobre lo ocurrido, así evitaremos el sentimiento de culpa que esta situación genera en ellos. Es importante que los progenitores tengan en cuenta que lo que se ha roto es la pareja, y que para los niños siguen siendo sus padres, por lo tanto, la familia continúa y ellos como padres responsables del desarrollo de sus hijos deben propiciar la adaptación de todos los miembros de la familia a la nueva situación.
La Fundación ATYME, entidad sin ánimo de lucro y avalada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, trabaja desde 1990 en mediación, formación e investigaciónn. Para más información se puede acceder a la página web: www.fundacionatyme.es o llamar al número de teléfono 900 908 104.