
Dos quintas partes de la población de Sudán ya han sido afectadas desde que el conflicto armado comenzase en el mes de abril. Y ya son más de 150.000 personas las que han huido del país por la situación. Pero trabajadores humanitarios de las Naciones Unidas advirtieron que la violencia va a provocar niveles récord de hambre.
Las ayudas proporcionadas por el Programa Mundial de Alimentos han llegado a más de 35.000 personas con asistencia alimentaria, pero informan que unos 2 millones y medio de personas podrían enfrentarse a una situación de hambre aguda. Los trabajadores humanitarios esperan que la situación empeore debido al aumento del 25% en el precio de los alimentos básicos.
Se ha podido brindar ayuda de emergencia a miles de personas que han huido a países como Chad y Egipto. Pero los que continúan en el país siguen viviendo una situación cada vez más desesperada, especialmente aquellos más vulnerables como niños, mujeres y personas mayores. A pesar de las condiciones desfavorables y de que tres trabajadores fuesen asesinados, el personal de la ONU ya ha reanudado sus operaciones en el país. Pero siguen insistiendo en la necesidad de mayor asistencia internacional para proteger a los ciudadanos.