
Menos de 20 días para las elecciones autonómicas y ya se empiezan a ver los «plumeros» de todos los partidos, enfocando la campaña a aquellas comunidades y ciudades donde más interesa pelear. Unas elecciones que son a nivel local y autonómico, pero que tienen un sabor a nacionales, ya que aquella moción de censura a Rajoy, y la consiguiente falta de pacto en el 2019 nos regalo un perfecto popurri de elecciones, donde iremos en dos ocasiones a votar, por lo que tenemos una guerra en activo, con tres batallas abiertas, haciendo de la campaña actual un preludio perfecto para las que se esperan en diciembre.
Es por ello que los partidos ya han elegido el segmento de población a la que orientarse. Y en esta ocasión es el voto joven, un voto que ya pilla distraído a los y las políticas españolas, un voto que siempre se ha presupuesto de izquierda, pero con estos últimos años, con la demagogia de la ultraderecha y el distanciamiento de la izquierda de los círculos estudiantiles o participativos, provocan un escenario con el que no se contaba. ¿Y si la juventud prefiere votar a la ultraderecha?, ¿y si no votan?
Es por ello que ya los grandes partidos trabajan en aquellos sitios donde saben que pueden arrastrar más votos. El PSOE y el PP prometen una revalidación del bono del alquiler joven, además de ayudas para la compra de viviendas. Parece que se sentaron en la misma mesa a idearlo. El PSOE obviamente pondrá de nuevo en la mesa el bono cultural, propuesta que llevó a la polémica por los conceptos en los que gastaron las y los jóvenes.
Podemos por su parte ha dedicado toda sus fuerzas en propuestas para mejorar el empleo juvenil, que como en Sumar, son prioridades en el ideario político. Estos no se como no se dan cuenta de la coincidencia también, es un perro y les muerde.
Las propuestas de Vox para juventud no las encontramos, pero no podemos dejar pasar la ocasión de recordar que estos lumbreras han presentado el mismo programa para todos los municipios, con menciones a proteger las playas de Madrid. Dan mas miedo por tontos que por nazis.
En definitiva, los partidos están peleando por su ideario de juventud. Entre los que luchan por el empleo y la vivienda, o los que pelean por el veraneo en yate, o los que prefieren asegurarse que no progresen mentalmente.