
El teatro al igual que todas las formas de artes, son una herramienta muy importante de denuncia social y reivindicación. Porque el arte no solo nos entretiene sino que también nos educa.
Ya en el año 441 a.C. Sófocles creó “Antígonas”, una obra teatral que trataba temas políticos como la crítica a la tiranía y la injusticia del poder. En 411 a. C. Aristófanes escribió “Lisístrata” la cual es considerada la primera obra feminista. En España tenemos a Lorca con obras como “La casa de Bernarda Alba” que habla sobre la opresión patriarcal de la época y la falta de libertad de la época.
Trasladándonos al siglo XI podemos hablar de Sarah Kane una dramaturga británica que en sus obras trata temas muy reivindicativos como la violencia, el abuso, la sexualidad, la alineación social entre otros. También tenemos a Jordi Casanova, dramaturgo español que escribió “Fake” una obra teatral que trata sobre la manipulación de los medios de comunicación y noticias falsas de la sociedad actual.
Estos son solo unos pocos ejemplos de las miles de obras de teatro que promueven una sociedad más justa. Porque el teatro junto al resto de las artes siempre ha sido el medio de lucha y revolución contra las injusticias.
Promover y apoyar la cultura es importante para que las personas puedan tener acceso a obras de arte de calidad y puedan desarrollar una mirada crítica hacia ellas. El arte puede ser una herramienta poderosa para fomentar la creatividad, el pensamiento crítico y la comprensión del mundo que nos rodea.
Foto de Monica Silvestre: https://www.pexels.com/es-es/foto/gente-en-el-teatro-713149/