
No es exactamente correcto decir que el calor de abril no hubiera existido sin el cambio climático. Las temperaturas extremas pueden ocurrir naturalmente debido a una variedad de factores, incluyendo patrones climáticos normales, variaciones en la radiación solar, eventos climáticos extremos como tormentas y ciclones tropicales, y otros factores naturales. Sin embargo, es cierto que el cambio climático antropogénico está exacerbando los eventos climáticos extremos y aumentando la frecuencia y la intensidad de las olas de calor, lo que aumenta la probabilidad de que se produzcan temperaturas extremadamente altas como las que se experimentaron en abril.
Los científicos han observado un aumento en la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos en todo el mundo, incluyendo sequías, inundaciones, tormentas y olas de calor, y se espera que estos eventos se intensifiquen aún más en el futuro si no se toman medidas significativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, aunque es posible que una ola de calor como la que ocurrió en abril haya ocurrido naturalmente, es muy probable que el cambio climático antropogénico haya contribuido a su intensidad y duración.