
Uno de cada cuatro alumnos (el 24,4%) percibió el curso pasado que había un caso de acoso escolar en su clase, frente al 15,2% del curso de la pandemia y el 34,1% de 2019, un fenómeno que además está cambiando: ahora lo más frecuente es insultar y poner motes (89,5%), mientras bajan las agresiones físicas (31,8%), pero cada vez más las cometen varias personas en grupo. Entre los motivos por los que se produce destacan el aspecto físico de la víctima (56,5%) y las cosas que hace o dice (53,6%). Menos frecuente, pero también destacable son las buenas notas (20,7%) o el hecho de que el agresor sea agresivo (20,2%).
Así lo analizan las fundaciones Anar y Mutua Madrileña en el IV Informe sobre acoso escolar ‘La Opinión de los Estudiantes’,
El estudio se ha llevado a cabo con los testimonios de una muestra de 5.123 alumnos y 229 profesores de centros educativos repartidos por cinco comunidades autónomas (Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Islas Baleares e Islas Canarias).