
Hubo un tiempo no muy lejano donde sobretodo en redes sociales se usaba la expresión “ sembrar emprendimiento”.
Hace unos, años en pleno auge de las tecnologías yo conecté con uno de esos programas de creación de startups. Para ello, existía una mentorización y apoyo destinado al alumbramiento de una idea o proyecto innovador de base tecnológica.
La definición de startup: Ser una empresa de nueva creación que gracias a su modelo de negocio escalable y al uso de las nuevas tecnologías tiene grandes posibilidades de crecimiento. Como ejemplo de ello puede ser un tipo de venta de energía eléctrica 100% online.
En la práctica las startups se generan en una incubadora de empresas lo cual posee un halo místico de venta. Este escenario de formación es muy interesante, pero cuidado con la parte emocional, sobretodo por la presencia o floración de “aires de grandeza” en tu interior; para combatir el stress el mejor consejo o mantra “ no te enamores de la idea”.
Cuando vives una experiencia propiamente emprendedora palabra de origen francés entrepreneur (emprendedor) lo define como empresario, gestor del desarrollo económico y social.
Pero ¿Dónde nace una startup?
Como toda historia nace de nuestra experiencia, recuerdos, de lo vivido, tal vez nacen de lo que nos contaron nuestros abuelos.