
Los recientes conflictos entre el ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido han convertido el país en una zona catastrófica y peligrosa. En medio del conflicto, las instalaciones de salud y hospitales luchan por convertir estos espacios en refugios seguros. Necesidades médicas para atender a los pacientes, como sangre, oxígeno y combustible para las ambulancias, se están agotando con rapidez.
Especialmente delicada es la situación de las mujeres embarazadas. Las matronas se están esforzando para garantizar que tengan partos seguros y la agencia de la ONU para la salud reproductiva les está brindando apoyo en medio de las dificultades. Aunque las condiciones en las que se encuentran sumidos son bastante peligrosas. Esto se une a las complicaciones que puede tener cualquier embarazo, como un parto prematuro.
Además de la situación alarmante en hospitales, las ONG alertan del aumento de violencia de género en la región. Las mujeres y niñas que están huyendo del conflicto están sufriendo violencia sexual y abuso doméstico. También están sufriendo ataques cuando salen a buscar suministros. Las ONG hacen un llamamiento internacional para la protección de la población de Sudán, especialmente aquellos más vulnerables durante el conflicto.