Por desgracia, son muchas las escritoras feministas que han pasado desapercibidas a lo largo de la historia. Una de ellas, de la que no se habla muy a menudo, es Christine de Pizan, autora de La Ciudad de las Damas. Christine nació en Venecia en 1364, aunque poco después se mudó a París. Su padre, médico y astrólogo, decidió que Christine debía recibir la misma educación que sus hermanos varones, a pesar de las quejas de su esposa. Esto cambió la vida de Christine para siempre.
Después de quedarse viuda y tras la muerte de su padre, Christine tuvo que buscar la forma de mantener a sus hijos y a su madre. Fue cuando empezó una carrera como escritora que fue bastante exitosa, llegando a trabajar para la nobleza y la monarquía. Pero quizás lo más impactante para su época fue la manera en que defendía su postura sobre la mujer en la sociedad. Criticaba con dureza a aquellos hombres que afirmaban que la mujer solo estaba para complacer al hombre y que las mujeres eran inferiores. Christine replicó que, si las mujeres tuviesen acceso a la misma educación, podrían llegar a estar al mismo nivel de los hombres. Apoyaba que las niñas estudiaran, algo bastante llamativo para ser una mujer del siglo XIV.
La obra más conocida de esta escritora es La Ciudad de las Damas, publicada en 1405. En esta novela creó una especie de utopía feminista, una ciudad poblada por mujeres históricas y mitológicas. Guerreras, reinas, poetisas o diosas conviven en esta ciudad sin hombres. Este reino femenino no es sino una demostración de que la tan aclamada “inferioridad femenina” es debido a la opresión que ha ejercido el hombre sobre la mujer durante generaciones.
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