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Estados Unidos y China se comprometen a cooperar en la crisis climática. Los dos mayores emisores de CO2 del mundo se han puesto de acuerdo para abordar con «seriedad y urgencia» el problema del cambio climático.
Un compromiso sellado en la fructífera visita a Shangái la semana pasada del exsecretario de Estado de EE.UU. John Kerry como enviado presidencial especial para el clima.
«Estados Unidos y China trabajarán juntos para abordar la crisis climática. Creo que es la primera vez que China se une en el reconocimiento de que se trata de una crisis«, se felicitaba Kerry.
Pese a las elevadas tensiones entre ambas potencias en otros frentes, China y EE.UU. están dispuestas a trabajar juntas y con otras naciones en el desafío de acelerar la transición energética mundial, aunque Kerry advierte de que hay que esperar a ver qué acciones concretas se toman.
De momento ya hay una cita el 22 de abril para celebrar una cumbre virtual con 40 líderes mundiales invitados, incluido el Presidente chino Xi Jinping. De ella se espera que salgan objetivos más ambiciosos para reducir las emisiones de carbono, aunque el ministerio de exteriores chino no promete nuevos compromisos.
En el comunicado conjunto, Washington y Pekín incluyen entre las medidas a tomar a corto plazo el fortalecimiento de las “inversiones y la financiación internacionales”, para apoyar la transición a la energía verde en los países en desarrollo. También prevén la eliminación gradual de la producción y el consumo de hidrofluorocarbonos, gases que se utilizan principalmente en refrigeración, acondicionadores de aire y aerosoles.
