
Imagen extraída de El Español.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha afirmado recientemente que nunca había oído que los madrileños piensen que su sistema de salud es malo. Según la señora Ayuso, la sanidad madrileña es de las mejores del mundo, con unos profesionales de primer nivel y una atención de calidad. Sin embargo, muchos madrileños no parecen estar de acuerdo con la versión de la presidenta, y se quejan de largas esperas, falta de medios y una atención deficiente en algunos casos.
Parece que la señora Ayuso vive en una realidad paralela, donde la sanidad madrileña es un ejemplo de excelencia y los ciudadanos están contentos con los servicios que reciben. Claramente, esta realidad paralela no se corresponde con la experiencia de muchos madrileños, que ven la sanidad pública como una de las asignaturas pendientes de la Comunidad de Madrid.
Quizás la señora Ayuso debería salir a la calle y hablar con los ciudadanos, en lugar de vivir en una burbuja de propaganda y frases vacías. Quizás debería escuchar las quejas de los pacientes, de los médicos y enfermeros, de los que trabajan en primera línea y saben lo que ocurre en los hospitales y centros de salud. Quizás debería dejar de defender lo indefendible y asumir que hay problemas en la sanidad pública madrileña que deben ser abordados.
En definitiva, la señora Ayuso debería dejar de hacer gala de su desconexión con la realidad y asumir que hay problemas en la sanidad madrileña que no pueden ser ignorados. La ironía de sus declaraciones no pasará desapercibida para los ciudadanos, que cada vez están más hartos de la retórica vacía y la falta de acción de los políticos.