ACNUR apoya a más de 132.000 personas vulnerables durante emergencia por la COVID-19 en Perú
Autor: ACNUR
La emergencia por el coronavirus ha significado la pérdida de medios de subsistencia para muchas personas y ha tenido un impacto devastador para la mayoría de los refugiados y migrantes en el Perú. En este contexto, y ante más de 830.000 personas venezolanas que llegaron al país en busca de protección, ACNUR ha priorizado la atención para las personas extremadamente vulnerables y ha apoyado a más de 132.000 individuos desde el inicio de la declaración de emergencia por la COVID-19.
De estas personas, 26.300 refugiados y migrantes recibieron asistencia humanitaria en efectivo para alimentos, medicinas u otros artículos de supervivencia. Asimismo, ACNUR ha distribuido unas 142.000 raciones de alimentos y 4.500 kits alimentarios. Este apoyo ha sido principalmente entregado a personas refugiadas y migrantes vulnerables, y se ha extendido a la comunidad peruana en situación de alta vulnerabilidad, al considerar que el coronavirus ha tenido un gran impacto sin importar la nacionalidad.
Ante la llegada de las heladas, y en seguimiento al trabajo de 2019, ACNUR donó más de 15.400 mantas térmicas para personas refugiadas, migrantes y comunidades peruanas vulnerables. Estas donaciones se han entregado a las instituciones y entidades del Estado para su distribución en hospitales y comunidades en riesgo por bajas temperaturas, por ejemplo, en Cusco se donaron 1.500 al Gobierno Regional para comunidades peruanas de altura y 220 a la Dirección Regional de Salud para las camas COVID-19; en Tacna se entregaron 198 al Gobierno Regional y 594 para los hospitales; 185 se donaron a la Arquidiócesis de Trujillo y 100 a la Dirección Regional de Salud de Tumbes para cubrir necesidades en los hospitales.
En el caso de Arequipa y ante las restricciones de movilidad, ACNUR donó 850 mantas al Gobierno Regional para ser distribuidas en zonas afectadas por friaje para personas peruanas, refugiados y migrantes, así como 1.121 fueron entregadas al hospital Honorio Delgado para su distribución según las necesidades.
Con el fin de apoyar en la ampliación de los espacios de centros de salud y hospitales para brindar atención a pacientes de la COVID-19, ACNUR donó 68 Unidades de Vivienda para Refugiados (RHU por sus siglas en inglés) al Ministerio de Salud para ser utilizadas en puntos estratégicos de Lima y otras ciudades como Iquitos. Esto ampliará la capacidad de atención en más de 2.000 pacientes por día. Además, se donaron 12 a la Marina de Guerra y seis se entregarán en próximos días a la Policía Nacional del Perú.
Ante las necesidades de albergue, ACNUR ha apoyado 22 casas de acogida y hospedajes, por medio de los cuales más de 600 personas refugiadas y migrantes han podido pasar la cuarentena en un lugar seguro. Como parte del trabajo de protección, asistencia legal y apoyo socioemocional, ACNUR ha establecido líneas de contacto y asistencia remota, beneficiando a cerca de 60.000 personas.
ACNUR opera siguiendo los principios humanitarios de humanidad, independencia, neutralidad e imparcialidad. Trabaja en colaboración con las autoridades y las comunidades de acogida para cumplir con el mandato de proteger a las personas solicitantes de la condición de refugiado, refugiadas, apátridas y otras con necesidades de protección internacional. ACNUR emplea un un enfoque de protección con base comunitaria, que incluye a las personas forzadas a huir de sus países, así como las comunidades que los acogen.