
Cuando los ciudadanos alzan su voz con el objetivo de detener el cambio climático lo llamamos concienciación pero la tendencia en el último año 2022 va más allá. Los ataques en serie al arte por el clima se han sucedido alrededor del mundo y especialmente en Europa.
Los activistas climáticos del arte en su vertiente ecologista más combativa han apostado por reducir el calentamiento global. Limitar dicho calentamiento a 1,5 °C frente a 2°C reducirá la repercusión sobre los ecosistemas, la salud humana y el bienestar. He aquí el dilema, ¿El fin justifica los medios? Los incidentes han sido muy criticados pues afectan al patrimonio artístico que posee un valor incalculable, tal vez este no sea el debate y una cosa no quita la otra pero nos advierte de el siniestro el panorama que nos espera.
Foto Reuters