
La dislexia es una discapacidad del aprendizaje que afecta a las habilidades relacionadas con la lectura y ortografía. Los expertos calculan que entre el 10% y 15% de la población tiene dislexia y las personas que la padecen tienen dificultad con la comprensión lectora y la escritura. Cuando se considera el tema de la accesibilidad en webs y aplicaciones, se tiende a pensar primariamente en personas ciegas o sordas. Pero, al igual que ocurre con el autismo, también hay formas de facilitar la vida a personas con otro tipo de discapacidades.
Aunque la dislexia en ningún momento afecta a la inteligencia de las personas que la padecen, sí encuentran dificultades a la hora de leer textos en páginas web. Algunas de las recomendaciones en cuanto a accesibilidad pueden ser: usar fuentes con un diseño simple para facilitar la lectura, usar un tamaño de letra de entre 12 y 14 puntos, usar un doble espacio entre líneas y separar en varios párrafos el contenido largo.
Recordamos que la accesibilidad no solo ayuda a personas con discapacidades, ya sean temporales, permanentes o situacionales, sino que termina ayudando a todos en general. Considerar la accesibilidad a la hora de diseñar una web o aplicación es un paso más para una sociedad más justa e igualitaria.