A 300 metros de basura química viven en un barrio de Huelva
Una zona humilde de Huelva donde viven trabajadores de distintas labores, con viviendas de promoción pública que el franquismo construyó en los años 60, mezclados con edificios relativamente nuevos.
A 300 metros de sus casas se encuentran balsas de fosfoyesos (basura química) las cuales ocupan un espacio de 720 hectáreas (cinco veces la extensión de Huelva). La empresa responsable de esto es Fertiberia, la cual proyecta un “pulmón verde para la ciudad” (para dos de las cuatro balsas). Esta empresa, condenada por delitos de gestión ilegal de vertidos, quiere enterrar las balsas, lo cual al encontrarse en una marisma de suelo inestable provocaría que se filtrasen en el subsuelo, lo que acabaría siendo un problema mayor.
Ningún alcalde ha querido peligrar los votos del barrio, ni la globalidad de los puestos de trabajo que una de las fábricas del Polo Químico da a la ciudad y su entorno. El único partido que se ha mantenido firme en cuanto a su oposición clara en torno al Polo Químico es el llamado Mesa de la Ría el cual nació como movimiento ciudadano en contra de los vertidos. Este recalca que los puestos de trabajo ya no deberían de pesar tanto ya que son poco más de 500 personas onubenses las que trabajan en esa empresa (hace 20 años eran casi 7.000).