
Según la agencia de la ONU para la infancia, UNICEF, la cifra de niños y niñas encarcelados en 84 países del mundo asciende a 261.000, pese a que han sido liberados más de 45.000 desde que, en 2020, esta organización decidiera denunciar estos hechos. A esto hay que añadir el agravante del pandemia, estando estos menores desprotegidos frente a ella.
En los 84 países denunciados, los niños pueden ser encarcelados y obligados a sufrir abusos, desprotección, hacinamiento y otros problemas. No obstante, esta agencia se felicita de los resultados obtenidos hasta ahora de cara a reducir el número de menores que sufren esta situación.
Muchos de estos niños permanecen encarcelados a la espera de juicio, pero otros han sido detenidos por el simple hecho de ser inmigrantes. En la mayoría de los países, incluido algunos de los desarrollados, no hay servicios adecuados para detenidos de esta edad, faltando nutrición, salud, higiene o educación, además de los problemas de hacinamiento o su vulnerabilidad ante abusos físicos y psicológicos, así como la violencia de género en el caso de las niñas.
También hay muchos casos donde los detenidos son los llamados “niños de la calle”, a los cuales se les retiene por violar el toque de queda a pesar de no tener un hogar donde cumplirlo.
Durante el mandato de Donald Trump en los Estados Unidos, miles de niños inmigrantes fueron separados de sus familias y encerrados en condiciones inadecuadas, pero esta situación no ha mejorado sustancialmente tras el triunfo de Joe Biden.
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