Cada vez son más los activistas y medios de comunicación que están dejando de hablar de cambio climático. No tiene que ver con que su riesgo se haya reducido, sino todo lo contrario. El riesgo se da desde ya y, por eso, prefieren referirse a la emergencia climática. Pretenden cambiar la concepción de algo que está por venir para referirse a los riesgos inmediatos y de un futuro muy próximo.
La huelga mundial convocada para el 27 de septiembre reivindica que las instituciones gubernamentales reclamen la Emergencia Climática. Con este objetivo pretenden que las acciones se enfoquen en empezar a actuar desde ya. Es un primer paso, un reconocimiento del problema para que los objetivos se centren en tomar medidas reales e ir incrementando los esfuerzos en ese sentido.
En Canarias ya se ha declarado la situación de emergencia climática. Para la ONG Ben Magec-Ecologistas en acción esta es una buena iniciativa, pero no les vale solo con las palabras. “Con este paso el ejecutivo autonómico admite la urgencia de implementar medidas para hacer frente a una crisis climática que ya está poniendo en serio peligro la salud y seguridad de la sociedad canaria. Pero las palabras que componen la declaración deben convertirse en hechos reales y cuantificables. En compromisos serios y vinculantes”, afirma Noelia Sánchez, portavoz de la red de colectivos ecologistas, en un comunicado.
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